Según el Banco Mundial, en 2018 el 80% de la población española vivía en ciudades y se prevé que en 2050 este porcentaje alcance el 88%. Ante este escenario, los organismos públicos y privados plantean en colaboración diferentes estrategias para mejorar el rendimiento de las localidades y el impacto medioambiental de las mismas.
Las smart cities o ciudades inteligentes son una respuesta eficiente que busca el equilibrio entre personas, instituciones, tecnología y sostenibilidad. A través de una visión integrada y holística se pretende reducir el impacto medioambiental, aumentar la competitividad económica, garantizar la seguridad para todos los ciudadanos y promover la transparencia desde la gobernanza.
¿Qué es una smart city o ciudad inteligente?
Una smart city o ciudad inteligente es una ciudad que utiliza las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para promover de manera más eficiente un desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Las ciudades inteligentes buscan el equilibrio entre personas, instituciones, tecnología y sostenibilidad.
Las smart cities se nutren de herramientas y metodologías que giran en torno a la tecnología para avanzar hacia un futuro más equitativo, seguro, eficiente y sostenible. De este modo, plantean una solución eficaz a todos los retos que supone una gran ciudad: movilidad, economía, servicios públicos, empleabilidad y participación ciudadana, entre otros.
Algunas de las características principales de las ciudades inteligentes son la eficiencia, la interconectividad, la seguridad y la sostenibilidad.
¿Cómo interactúan las smart cities con los ascensores y qué beneficios aportan los ascensores conectados?
Los ascensores (también los montacargas, elevadores, escaleras mecánicas y pasillos rodantes) conectados, o también conocidos como inteligentes, son una parte importante de las ciudades inteligentes, ya que ofrecen una variedad de beneficios en cuanto a mantenimiento, uso, eficiencia energética y seguridad. En primer lugar, la conectividad permite una mayor automatización en el mantenimiento de los ascensores. Los datos recopilados a través de los sensores conectados en el ascensor pueden ser utilizados para detectar problemas antes de que ocurran y planificar el mantenimiento preventivo en consecuencia. Esto ayuda a reducir el tiempo de inactividad y aumenta la disponibilidad de los ascensores. Por otro lado, los ascensores pueden estar conectados a una red de sensores que monitorizan el tráfico de personas y la ocupación de los edificios, lo que permite a los administradores de edificios ajustar la capacidad de los ascensores para satisfacer la demanda en tiempo real.
Los ascensores conectados, también pueden ser programados para adaptarse a las necesidades de los usuarios, como por ejemplo para transportar a personas con discapacidades o minusválidos, o ser controlados por sistemas inteligentes que optimizan la eficiencia energética (reducen el consumo del ascensor) y el tiempo de espera de los usuarios.
¿Qué riesgos pueden tener los ascensores conectados?
Como cualquier tecnología conectada, los ascensores conectados o inteligentes también presentan riesgos de seguridad. La conectividad de los ascensores puede permitir que los atacantes cibernéticos accedan a los sistemas de los ascensores y manipulen su funcionamiento. Esto podría resultar en la interrupción del servicio, la exposición de datos confidenciales o incluso la posibilidad de lesiones físicas.
Por ello, es importante que el sector de la elevación, los fabricantes de ascensores y los administradores de edificios garanticen la seguridad de los ascensores conectados, con la implementación de medidas de acuerdo con las nuevas normativas y certificaciones en materia de ciberseguridad, así como la formación de sus equipos (En materia de legislación del ascensor, ni La ITC ni la Norma europea EN 81 tratan de momento la ciberseguridad).
En resumen, los ascensores conectados son un elemento fundamental de las smart cities ya que contribuyen a mejorar la accesibilidad, el rendimiento, la seguridad, la eficiencia energética y la experiencia del usuario, además de brindar más información en tiempo real y por lo tanto una mayor transparencia.