Con buen estado de salud, pero… La Asociación Empresarial de Ascensoristas de La Rioja (AEMAR) alerta de que el 35% de los 9.397 ascensores en funcionamiento en la comunidad, unos 3.300, supera los 20 años de antigüedad, una circunstancia que se traduce en la privación de algunas de las medidas de seguridad que una nueva directiva comunitaria impone a los aparatos de nueva instalación. A nivel nacional, la mitad del millón de elevadores sobrepasa esa edad.
Por ello, desde el sector se defiende la bondad de que el futuro Gobierno de España aproveche la transposición al ordenamiento nacional de la directiva 2014/33/UE, una adaptación que debía haber culminado el pasado 20 de abril, para incluir algunas de sus claves -sistemas de mejora de precisión de parada, protección frente al cierre intempestivo de puertas y comunicación bidireccional en la cabina- y reforzar así la seguridad del parque de ascensores existente.
«Dar una solución a estos tres aspectos evitaría 3 de cada 4 de los accidentes que se registran relacionados con el uso del ascensor, tanto por parte de los usuarios como de los técnicos de mantenimiento», resalta Juan Carrascal, presidente de AEMAR, quien recuerda que «el 40% de los siniestros tienen que ver con la precisión de parada, es decir con los aparatos que no paran correctamente a ras del suelo, lo que supone un grave problema para las personas mayores y las que sufren algún tipo de discapacidad física». De hecho, el 6% de los ascensores riojanos, unos 600, carece hoy en día de dicho sistema.
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