- La Asociación Española contra la Meningitis (AEM) da voz a testimonios reales y pone en valor la accesibilidad cuando esta o otras enfermedades afectan a la movilidad de las personas.
A la gran Jornada anual organizada por FEEDA, asistieron dos invitadas muy especiales, pertenecientes a la Asociación Española contra la Meningitis (AEM); Elena Moya, vicepresidenta de AEM e Irene López, secretaria y delegada de AEM en Extremadura y Andalucía Occidental.
Ambas nos hablaron, desde distintas perspectivas, sobre las posibles consecuencias de esta enfermedad y el papel clave que juega el ascensor en las vidas de las personas. En este sentido, contamos con el testimonio de Irene López, quien contrajo meningitis a la edad de 29 años y, a causa de las secuelas derivadas de la enfermedad, vio limitada su vida a nivel de movilidad: «hasta que no te ves en una situación como esta no eres consciente de lo importante que es tener un ascensor en tu vida».
Elena Moya nos habló de la estrecha relación que tiene el sector de la elevación con las personas que padecen las secuelas más graves de la enfermedad, tales como daño cerebral, lesión medular, amputación de miembros, … aspectos tan básicos como la movilidad y el acceso a edificios se ve muy limitado tanto para estas personas que padecen secuelas de la enfermedad como para el gran número de personas que presentan estos y otros problemas que afectan a su independencia en términos de movilidad. Recuperar el máximo de calidad de vida y independencia son aspectos en los que el sector de la elevación tiene un papel fundamental.
De esta manera, AEM tuvo un espacio para promover la tan necesaria labor de la asociación y, por otro lado, Elena Moya afirma haber “aprendido de este sector que está muy volcado ante la accesibilidad”. Así pues, otorgar el reconocimiento y el lugar que merece algo tan importante como la accesibilidad por parte de la Federación y en un evento como es su V Jornada anual, solo puede repercutir de manera positiva en el crecimiento de un sector que pretende contribuir, cada vez más, a mejorar la calidad de vida de las personas.