Esta noticia de Cadena COPE es un ejemplo más de que cómo la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), como representante del sector de la Elevación, está atendiendo a diario la demanda de más de 80 medios de comunicación, de ciudadanos y otros colectivos, que contactan directamente a través de la página web. FEEDA como precursor de la nueva ITC, se ha convertido en la fuente referente del sector de la Elevación.
La nueva normativa de ascensores de España plantea unas exigencias de seguridad para que estos aparatos, especialmente los más antiguos, puedan seguir operando.
¿Sabes que España es el país con más ascensores de Europa con datos de 2023 en la mano? Tenemos un parque de 1.180.000 de elevadores.
Pues bien, para muchos de ellos se avecinan cambios a partir de este 1 de julio. Y la fecha, como ves, está a la vuelta de la esquina. La nueva normativa, también llamada ITC AEM 1, tiene su origen en el Real Decreto 355/2024 publicado en abril de este año y fija los estándares que deben cumplir estos aparatos para mejorar su seguridad y poder seguir dando servicio.
Se prevé que puedan estar afectados por estas medidas alrededor del 35% del parque, es decir aquellos que cuentan con entre 25 y 40 años de antigüedad.
Mayor seguridad
La nueva norma de revisión de ascensores busca mejorar las medidas de seguridad de los elevadores más antiguos con el fin «ayudar a prevenir los accidentes más comunes», explica a COPE, Marta Ladero, asesora legal de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA). Se estima que con estos cambios se van a eliminar «alrededor del 95% de los accidentes».
Para ello se «mejorará la nivelación para evitar numerosos accidentes causados por tropezones y caídas al entrar o salir del ascensor» y se instalarán por ejemplo barreras fotoeléctricas, «que impedirán los golpes de las puertas o el atrapamiento de las mascotas cuando se viaja con ellas».
Además tendrán la «obligación de tener un sistema de comunicación con el exterior de la cabina para poder tener contacto en caso de quedarnos atrapados en su interior».
¿Sabes queEspaña es el país con más ascensores de Europa con datos de 2023 en la mano? Tenemos un parque de 1.180.000 de elevadores.
Pues bien, para muchos de ellos se avecinan cambios a partir de este 1 de julio. Y la fecha, como ves, está a la vuelta de la esquina. La nueva normativa, también llamada ITC AEM 1, tiene su origen en el Real Decreto 355/2024 publicado en abril de este año y fija los estándares que deben cumplir estos aparatos para mejorar su seguridad y poder seguir dando servicio.
Mayor seguridad
La nueva norma de revisión de ascensores busca mejorar las medidas de seguridad de los elevadores más antiguos con el fin «ayudar a prever los accidentes más comunes», explica a COPE, Marta Ladero, asesora legal de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA). Se estima que con estos cambios se van a eliminar «alrededor del 95% de los accidentes».
Para ello se «mejorará la nivelación para evitar numerosos accidentes causados por tropezones y caídas al entrar o salir del ascensor» y se instalarán por ejemplo barreras fotoeléctricas, «que impedirán los golpes de las puertas o el atrapamiento de las mascotas cuando se viaja con ellas».
Además tendrán la «obligación de tener un sistema de comunicación con el exterior de la cabina para poder tener contacto en caso de quedarnos atrapados en su interior».
Cómo puedo saber si mi ascensor está afectado
Cuando el ascensor esté obligado a pasar la primera inspección periódica, «se valorará si está afectado o no y en caso afirmativo, tendrá una serie de plazos, que están entre 6 meses y los 10 años” para adaptarse, segúnexplica a COPE, Marta Ladero, asesora legal de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA).
¿Cuánto me puede costar adaptar mi ascensor?
Es la pregunta que se están haciendo muchas comunidades de vecinos. Las inversiones a realizar en los ascensores existentes van a ser «tremendamente variables», advierte en COPE, José Carlos Frechilla, director de FEEDA y dependerán de las circunstancias de cada aparato ya sea su «tecnología, antigüedad, estado de conservación o si ha sido objeto de modificaciones previas».
Con estas premisas se estima que el importe que tendrían que desembolsar los titulares de las instalaciones, «podría oscilar entre los 800 a los 8.000 euros».
Eso sí, para alivio de las comunidades «va a ser absolutamente anecdótico» que haya ascensores que tengan que ser objeto «de una sustitución completa».