Vengo de una jornada organizada por la Federación Empresarial Española de Ascensores. Ha sido un día intenso, el evento ha sido preparado con mimo, las distintas presentaciones y ponencias se han sucedido con fluidez. El tema interesante, la gente interesada, el programa apretado, el ritmo vivo. Había un gran equipo detrás, muy buenos profesionales con ganas de comunicar y talento para hacerlo.
El último acto, previo al cocktail de despedida era la entrega de un premio, un precioso galardón con su diploma de reconocimiento por la aportación al sector.
La sorpresa, casi a traición y con la confabulación de unos pocos allegados, es que este reconocimiento era para mi. Todavía estoy emocionado y perplejo. Siento tantas cosas a la vez… orgullo, timidez, arrojo, humildad, sorpresa, agradecimiento y cariño, especialmente un gran cariño que andaba agazapado y que, de pronto, se manifiesta en todo su calor y con todo su color. «Sois la hostia» no es quizás el agradecimiento más fino que pueda expresarse pero sí el más inmediato. (…) Leer artículo completo aquí