Dicen que viajar te deja sin palabras para luego convertirte en narrador. Narrador de tus experiencias, de tus hallazgos y del sueño de visitar monumentos que se quedarán para siempre en tu recuerdo. El acceso a algunos de estos conocidos monumentos conlleva contemplar vistas impresionantes de las ciudades o maravillosos paisajes, que no sería tan fácil o incluso factible si no tuviésemos la posibilidad de hacerlo viajando en un ascensor. Vamos a hacer un pequeño recorrido para conocer la historia y el funcionamiento de algunos de ellos.
ASCENSORES DE LA TORRE EIFFEL (PARIS)
Con motivo de la Exposición Universal de París, inaugurada el 15 de mayo de 1889 (coincidiendo con el centenario de la revolución francesa) se construyó la Torre Eiffel logrando sorprender al mundo por sus dimensiones y su revolución constructiva.
El encargado de tal desafío fue Gustave Eiffel, para su construcción se utilizaron18.040 fragmentos de acero para levantar sus 324 metros de altura, con un peso de 10.100 toneladas. Los gastos de construcción supusieron 2,5 millones de francos.
Con tales dimensiones el reto más importante al que se enfrentó Gustave Eiffel fue cómo poder transportar de forma segura y efectiva a sus visitantes desde la planta nivel suelo hasta la parte superior de la Torre, que suponen 674 escalones.
Como la Torre contaba con cuatro pilares que la soportaban la idea fue instalar un ascensor en algunas de ellas con un recorrido inclinado. Se empezó por la pata Este donde se construyó un ascensor con un sistema hidráulico que, utilizada un contrapeso de agua. Fue una instalación muy innovadora en ese momento. En la pata Oeste se diseñó un ascensor con características mecánicas e hidráulicas.
En junio 1889 ya funcionaban cinco ascensores hidráulicos
Entre la planta baja y la segunda planta, los cuatro pilares estaban equipados con una o dos cabinas.
Entre la segunda planta y la tercera, el ascenso estaba garantizado con un ascensor «Edoux», una máquina hidráulica única en el mundo. La cabina superior estaba impulsada por un pistón hidráulico con un recorrido de 81 metros, mientras que la cabina inferior hacía de contrapeso. Por ello, a mitad de recorrido, había que cambiar de cabina, para ello se cruzaba una pasarela con impresionantes vistas a la ciudad de París.
En la actualidad están en funcionamiento 7 ascensores, de los cuales tres suben a la segunda planta, otros dos ascienden de la segunda a la tercera planta y el último es exclusivo para para los clientes del restaurante «Julio Verne», que se encuentra en el primer piso. Por último, hay otro ascensor en el pilar sur que está reservado al personal de la Torre.
La distancia que recorren al año estas cabinas es igual a dos veces y media la circunferencia de la Tierra, un total de 103.000 kilómetros.
ASCENSOR DEL CRISTO DEL CORCOVADO (RIO DE JANEIRO)
El Cristo Redentor o del Corcovado, se sitúa sobre la cima del cerro del mismo nombre, a 709 metros sobre el nivel del mar. La estatua cuenta con 30 metros de altura y reposa sobre un pedestal de 8 metros. La estructura completa alcanza 1145 toneladas de peso.
La estatua fue construida en Francia y fue trasladada a Brasil vía marítima y fragmentada (sólo la cabeza en 50 partes) debido a su tamaño. Fueron necesarios cinco años de trabajo (de 1926 a 1931) para terminar la obra.
La construcción se hizo a la inversa, es decir, de la cabeza a los pies, para ello fue imprescindible la instalación de plataformas verticales inclinadas para el transporte de los materiales, que se almacenaban en un depósito colocado en la parte superior. Para alcanzar la parte más alta se instalaron verticalmente elevadores de cangilones.
El monumento fue inaugurado el 12 de octubre de 1931. En la actualidad cuenta con dos millones de turistas cada año.
En el momento de su inauguración, los visitantes estaban obligados a subir más de 225 peldaños muy empinados y, posteriormente coger un tren que ascendía por la ladera del monte.
En la actualidad el monumento dispone de tres ascensores panorámicos, de alto rendimiento energético, con capacidad, cada uno de ellos, para 14 personas, y con acceso tanto para los que llegan en coche, como para los que lo hacen desde la plataforma del tren. También se han construido pasarelas metálicas y cuatro escaleras mecánicas, con capacidad transportar a nueve mil personas cada hora.
ASCENSORES EN EL COLISEO (ROMA)
El Anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo terminó de ser construido en el año 80 d.c. durante el mandato del emperador Flavio Vespasiano. Destinado a la organización de espectáculos, como combates entre gladiadores, luchadores y fieras, naumaquias (batallas navales) para las que inundaba la arena, contaba con un aforo de 65.000 personas.
En este magnífico edificio los ascensores cumplían un papel imprescindible, ya que la organización de eventos, para lo que era necesario el transporte de materiales y animales, era muy complejo. En el subsuelo del anfiteatro se encontraba el hipogeo, que era una amplia zona donde esperaban los gladiadores a ser llamados; los animales y todo tipo de fieras; armerías y estancias para los servicios.
El transporte de materiales y animales del hipogeo a la arena se realizaba por medio de un sistema enrevesado de rampas y de 28 ascensores, camuflados en lugares estratégico, catorce de ellos en el extremo norte de la arena y los otros catorce en el extremo sur.
Podemos decir que los ascensores del Coliseo eran una auténtica maravilla de la ingeniería de la época: se componían de un eje vertical sujeto por unas cuerdas que sostenían la cabina del ascensor y desplazaban sus aproximadamente 300 kilos hasta la altura de siete metros que separaba el hipogeo de la arena. Doscientos esclavos eran los encargados de mover manualmente los ascensores del Coliseo para transportar a los gladiadores y a los animales a la arena para luchar.
Hoy en día, cuando visitamos el monumento podemos apreciar una reproducción de los ascensores, construidos con las mismas técnicas y materiales que los originales.
ARCO GATEWAY (ST. LUIS MISURI)
El objeto de la construcción del Arco Gateway se debió a la idea de crear un monumento conmemorativo de la expansión hacia el oeste de los Estados Unidos. Tiene 200 metros de altura, lo que lo convierte en el monumento más alto construido por el hombre en los Estados Unidos. También es el edificio accesible más alto del estado de Misuri y la mayor estructura arquitectónica con forma de arco de medio punto.
Está situado en la orilla oeste del río Misisipi, donde fue fundada la ciudad de San Luis. Su construcción comenzó a principios 1963 y concluyó a finales de 1965.
Sus constructores sabían que un ascensor estándar o una escalera mecánica por sí mismos no iban a funcionar, pero consideraron que una combinación entre un ascensor y una noria podría dar resultado, y así fue.
En el interior del arco están instalados dos ascensores (uno a cada lado) formados por ocho cápsulas que son capaces de transportar a más de 250 personas cada hora. El pequeño interior de cada mini cabina (cápsula), tienen capacidad para subir a cinco personas, que cargan el habitáculo manteniéndolo en posición vertical. La rotación consigue que los vagones viajeros, permanezcan nivelados durante todo el recorrido hasta la cima. Además, en cada una de ellas hay una pequeña ventana desde la que se observa el interior del arco.
Cada cápsula tiene capacidad para girar aproximadamente 155 grados durante el viaje, y es capaz de realizarlo en nueve minutos, incluyendo la carga y descarga de pasajeros en ambas direcciones.