Fuente: yosoymujer.es
Cuando se trata de extremar las medidas de protección para evitar el contagio, cualquier precaución es poca. Incluso con las cosas más comunes y diarias, como usar el ascensor. Por ello, la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA) ha expuesto algunos puntos que nos pueden ayudar a que realizar esta tarea tan rutinaria no suponga un foco de infección.
En primer lugar, cabe recordar que la desescalada no implica la desaparición del virus. No vivimos sin él, sino que convivimos con él. Por este motivo, hay que ser conscientes de que hagamos lo que hagamos, ya sea coger el ascensor o comprar el pan, lo hagamos con responsabilidad.
Por otro lado, en un sitio tan reducido como el ascensor, el uso de mascarilla es indispensable. Aunque se pudiera mantener la distancia de seguridad en un cubículo tan estrecho, algo poco probable, no está de más protegerse y proteger a los demás mediante el uso de este equipo de protección, ya que el virus, de ser expulsado por una persona infectada, puede permanecer en superficies durante un largo periodo de tiempo.